"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
Construyendo y demoliendo la Torre de Babel: accesibilidad cognitiva
Por Jesús García Lorente, director general de Autismo España
08/06/2018
La accesibilidad cognitiva de los entornos, bienes y servicios es una característica que facilita la comprensión, la orientación y la interacción con los contextos y que por tanto beneficia a todas las personas independientemente de sus características personales, favoreciendo en definitiva la participación general de todas las personas que es el fin último de los entornos accesibles.
Sin embargo, mientras que un entorno cognitivamente accesible beneficia a todas las personas en general, por el contrario, cuando un contexto no es accesible cognitivamente, no perjudica a todas las personas por igual, dificultando y limitando la comprensión de una manera mas significativa a determinados colectivos. Teniendo en cuenta que la accesibilidad está ligada a algunos derechos (acceso a la información, a la salud, a la cultura, a la justicia…) la carencia de entornos accesibles cognitivamente significa la vulneración de los derechos en especial de estos colectivos.
Y es que, además de una vulneración de derechos, es un elemento esencial de exclusión social para determinados colectivos. Si tenemos en cuenta que la carencia general de criterios de accesibilidad universal a la hora de planificar entornos, bienes y servicios, dificulta forzosamente a su vez la participación social, es evidente que esta privación es un factor determinante para el aislamiento de las personas. Sin embargo, al no requerir grandes inversiones en recursos e infraestructuras a diferencia de las barreras físicas o sensoriales, las barreras cognitivas son las menos evidentes y por lo tanto las que requieren mayor información y sensibilización, así como mayor compromiso a la hora de acometerlas.
Así pues, y conscientes de esta necesidad, lo principales colectivos especialmente afectados por las barreras cognitivas (Personas con TEA, discapacidad intelectual, parálisis cerebral, enfermedades neurológicas, distrofias musculares, afasias, traumatismos craneoencefálicos…) hemos ido emprendiendo desde hace años, acciones en dos ámbitos fundamentales: desarrollo de sistemas alternativos y aumentativos de comunicación (SAAC), e incidencia política.
En cuanto al desarrollo de los SAAC, con el objetivo fundamental de aumentar y compensar las dificultades de comunicación y lenguaje de estos colectivos a través de sistemas gestuales y sistemas simbólicos, hemos ido generando productos de apoyo eficaces y útiles, basados en la práctica y en la audacia de los profesionales y familiares que en el ámbito diario, han tenido que generar herramientas hasta el momento inexistentes pero necesarias, para optimizar la comunicación con estas personas. Sin embargo, la mayor parte de estos productos han sido concebidos en pequeños ámbitos, de forma inconexa y no coordinada, y sin pensar ni en su normalización ni en su normativización.
En lo que respecta a la incidencia política, muchas veces fruto de la creación de estos productos de apoyo y de su evidencia empírica, el tejido asociativo en buena medida, hemos reivindicado con lógica práctica a las Administraciones Públicas el apoyo, el impulso y la implantación de aquello que hemos creído y constatado como bueno y positivo para compensar las dificultades de comunicación y lenguaje de los colectivos a los que representamos. Sin embargo, al igual que en la creación de SAAC, lo hemos hecho de forma inconexa y descoordinada, sin pararnos a pensar ni nosotros ni las administraciones públicas que han apostado por estos productos de apoyo, en su normalización y normativización, generando diferentes códigos y sistemas que conviven y que confunden a los colectivos que los necesitan. En definitiva, si nadie lo remedia, la “Torre de Babel de la accesibilidad cognitiva”, que estamos construyendo entre todos, y de la que todos en mayor o menor medida somos responsables, cada día es mas gruesa, más alta, más rígida y más difícil de derribar.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, incluye la accesibilidad como uno de sus principios fundamentales. Una condición esencial para que las personas con discapacidad disfruten de manera efectiva y en condiciones de igualdad de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Desde Autismo España, por tanto, creemos que no podemos esperar ni un minuto más, para comenzar a demoler la “Torre de Babel de la accesibilidad cognitiva” y edificar sistemas coordinados, normalizados y normativizados entre todos los colectivos implicados, bajo la coordinación de las administraciones públicas responsables de garantizar estos derechos.
A estas alturas, sería inimaginable la existencia de decenas de sistemas Braille o de lenguas de signos, inconexos y descoordinados. Pongamos cada cual el esfuerzo y el trabajo que nos toca, altas dosis de sentido común, trabajo en equipo y generosidad, para que una vez mas el bien común sea el fin último de nuestro trabajo. Es impostergable, que aspectos tan esenciales como la accesibilidad universal de la información, así como de los espacios, bienes y servicios, la accesibilidad universal en las TIC, la elaboración de materiales en lectura fácil o sistemas pictográficos y en general el uso de recursos de apoyo a la comunicación, sean regulados e incorporados a sistemas estandarizados y normalizados para promover la homogenización y normativización, y favorecer de esta forma, la inclusión social de todas las personas con discapacidad en la sociedad y el ejercicio efectivo de sus derechos.